Lejos de ser un fin de año relajado para quienes nos dedicamos a la especialidad tributaria, el fin de año llega cargado nuevamente por infinitas novedades que tienen que ver con la reforma impositiva que intenta en estos momentos obtener sanción en el senado.
Como cuestiones a destacar en cuanto a sociedades lo principal, es que se recoge parte de lo que esta funcionando en la legislación comparada, y se disminuye paulatinamente la carga tributaria para las empresas, para el año 2018 y el 2019, dicha carga será del 30% y para los siguientes el 25%. Este alivio encuentra una contra cara cuando se evalúa el costo de retirar las utilidades por parte de los socios de las mencionadas entidades, toda vez que los mismos estarán gravados, en la medida que se generen desde la vigencia de la norma, en un 7% los primeros dos años, y luego en el 13%.
Lo mencionado en el párrafo anterior indica, que quien retenga utilidades dentro de su componía, sufrirá una tasa menor a la actual, y quien las retire pagará una tasa idéntica a la hoy vigente. Esto forma parte de una tendencia mundial a favorecer la generación de riqueza, que se entiende ocurre dentro de las empresas.
Como consecuencia, de esta medida a nuestro criterio comenzará a generarse un fenómeno de concentración de negocio, generándose sociedades mas grandes que acumulan o controlan varias actividades o ramas económicas diferentes, o bien que invierten en otras empresas desde la misma companía sin retirar los fondos a través de los socios para invertir de forma separada, es decir que en lugar de la proliferación de pequeñas sociedades comenzarán a aparecer sociedades mas grandes, por la sencilla razón que retirar los fondos para invertir en un nuevo negocio por fuera de la sociedad generará una retención que irá del 7 al 13% generando un perjuicio financiero y una perdida que puede ser diferida, si la inversión la realiza la sociedad en lugar del socio.
