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La residencia Uruguaya una solución que puede implicar peligros

2013-10-30 09.21.50En estos últimos meses, cuando el régimen de sinceramiento era tema de conversación en cuanta reunión social, partido de golf y reuniones familiares. Fuimos escuchando opiniones diversas, con relación a ingresar o no dentro del régimen.

Hoy los protagonistas se han decidido por una u otra alternativa, y en muchos casos alternan sus días entre sombrillas, asados y tablas de surf, ¿pero fueron todas las decisiones acertadas, o hubo algunas que implican un mayor riesgo a futuro?

Mientras que mayoritariamente los contribuyentes se volcaron al blanqueo, algunos valientes siguieron firmes en su idea de no sincerar, otros cuando Prat Gay cerró el acuerdo con Estados Unidos, se arrepintieron y corrieron entre gallos y medias noches a que el contador amigo les solucione el problema, o al menos le explique cómo pagar con Bonar o Global 17, hasta marzo 2017, otros descansan panza arriba con una sonrisa burlona, tranquilos de haber tramitado la residencia uruguaya a efectos de desaparecer del radar.

Independientemente de las diferentes opiniones, creemos que la ley de sinceramiento da la posibilidad de obtener un perdón sobre pecados del pasado a un costo acotado, nos preocupan los casos vinculados con Uruguay, dado que el mudarse no hace desaparecer la responsabilidad fiscal, siendo incluso posible sufrir sanciones penales, por los años en que se revistó como contribuyente argentino sin haber declarado los bienes al otro lado del Río.

Hablando con funcionarios de AFIP, y sin saber cuánto es verdad y cuanto una expresión de deseos, los hemos escuchado planteando que investigarán a quien solicitó la residencia en los últimos meses en Uruguay, a efectos de detectar cuales fueron los bienes que motivaron su fuga hacia la Banda Oriental. El razonamiento fiscal es lógico, ya que si la mudanza fue con fines de ocultamiento, se puede utilizar el convenio de intercambio vigente para solicitarle al fisco Uruguayo la información con la que cuente, vinculada puntualmente a dichos contribuyentes argentinos.

No sabemos, que éxito pueden tener, ni tampoco que tanto pueden llegar a colaborar las autoridades uruguayas pero sin duda existe un mecanismo previsto para la solicitud de información entre los dos países en estos casos.

Cierto o no, es importante que a efectos de estar tranquilos se evalúe la posibilidad de sincerar, pagar el impuesto,  y luego radicarse tranquilamente en Uruguay, sabiendo que el fisco Argentino y sus voraces tributos ya no formaran parte de sus pesadillas.

04 - 01 - 2017